Abigail Bolaños.
La red social “solo para adultos” en la que creadores de contenido comparten imágenes y vídeos de índole sexual de todos los tipos y categorías, se ha popularizado a un nivel impresionante en los últimos años.
Esta plataforma fue creada en 2016 para que las personas compartieran contenidos exclusivos, a través de una suscripción mensual, generando así ingresos monetarios para las y los creadores de dicho contenido.
Aunque pareciera una red más de “entretenimiento”, la realidad dista mucho de algo inocente o que favorezca realmente a las mujeres, representando el 94% del total de creadoras y creadores de contenido de toda la plataforma.
En el 2021 la BBC NEWS, informó haber recibido documentos filtrados acerca de cómo OnlyFans permite que los moderadores envíen múltiples advertencias a cuentas que publican contenido ilegal en su plataforma antes de decidir cerrarlas, además de tener especial consideración a las cuentas con mayor número de suscriptores a fin de no perjudicar a las y los creadores de contenido.
“Especialistas en moderación y expertos en protección infantil dicen que esto demuestra que OnlyFans, que es mejor conocido por albergar pornografía, mantiene cierta «tolerancia» hacia cuentas que publican contenido ilegal.” BBC News.
Actualmente, el sitio cuenta con aproximadamente 130 millones de usuarios que pagan mensualidades, en la que Only Fans recibe el 20% de cada una de ellas y el otro porcentaje se les deposita a tarjetas o cuentas de los propios creadores y creadoras.
Lo que hay detrás de Only Fans.
Esta plataforma se ha vuelto un espacio seguro para violadores, pedófilos, y usuarios que a través de sus suscripciones abonan a la explotación sexual y la trata de personas. En Only Fans no solo circula pornografía o contenido de carácter sexual, sino que se han encontrado anuncios de servicios de prostitución, zoofilia, pedofilia, trata de personas y material que parece ser incesto, según testimonios de moderadores del mismo sitio web; así como contenido ilegal y extremo en videos, como bestialidad con perros y el uso de cámaras espía, pistolas, cuchillos y drogas.
La BBC a través de sus investigaciones vio ejemplos de contenidos que están prohibidos; “En un video, se ve a un hombre comiendo heces. En otro, un hombre les paga a personas sin hogar para que tengan sexo con él frente a la cámara.”
OnlyFans asegura que los videos han sido eliminados, sin embargo, siendo realistas la plataforma sigue sacando provecho monetario de contenido que supuestamente está prohibido y que no se sabe a ciencia cierta si es borrado, ya que recordemos que al subir contenido a la nube se vuelve prácticamente imposible recuperar el dominio y distribución del mismo.
Aquí se encuentran los «lugares más populares para la promoción de escorts» en los nombres de usuario de las creadoras, sus biografías, descripciones de contenido y «menús de sugerencias» que ofrecen videos personalizados.
Por otro lado, es necesario hablar de quienes mueven los hilos de esta plataforma millonaria. Como ya mencionamos, en el 2016 fue fundado Only Fans por el empresario británico llamado Timothy Stokely, junto con su padre banquero jubilado, Guy Stokely, y su hermano Thomas.
En el 2018, Leonid Radvinsky, compró aproximadamente el 75% de ese negocio cuando aún estaba en crecimiento y era un sitio social y de videos que al principio permitía a los artistas adultos ganar dinero desde la comodidad de sus propios hogares.
Sin embargo, antes de que la pornografía en Internet estuviera disponible de forma gratuita, se sabe que Leonid dirigió varios sitios web que anunciaban el acceso a contraseñas “ilegales” y “pirateadas” de sitios pornográficos, incluidos los que se anunciaban con menores de edad.
A fines de la década de 1990, estos sitios de enlaces eran comunes y se usaban para comercializar no solo pornografía, sino también juegos de azar en línea y entre otras actividades.
Y por si pareciera poco, el año pasado Forbes descubrió once de esos sitios, todos creados a finales de la década de 1990 y principios de 2000 por Radvinsky y Cybertania, su empresa con sede en Glenview, Illinois. Entre ellos se encontraba Password Universe, que, en 2000, publicó un enlace que dirigía a los usuarios web a un sitio que afirmaba ofrecer a los pedófilos más de 10,000 “contraseñas ilegales para preadolescentes”.
“Hay riesgos relacionados a la difusión no consentida de material, doxing o compilación de información personal (dónde vive o número de teléfono), discriminación, despidos, discurso de odio, los cuales pueden poner en situación de vulnerabilidad a una usuaria por el estigma social en torno a la mujer y su libertad sexual”, menciona Georgia Rothe, analista en la Organización Latinoamericana Asuntos del Sur y abogada experta en violencia de género y derechos humanos.
¿Subir contenido a Only Fans representa empoderamiento?
Hablemos de dos ejes primordiales en este tema: la cosificación y la desigualdad económica, o como popularmente llaman: las mujeres que lo hacen por “gusto” y las que lo hacen por necesidad.
A pesar de que Only Fans haya iniciado en el 2016, no podemos ignorar que el año en el que empezó a cobrar mayor popularidad en LATAM fue en el 2020 a inicios de la pandemia por COVID-19. Este no es un dato aislado a la explotación sexual que se vive a través de internet en cuanto a aquellas que lo hacen por necesidad, ya que la venta de contenido sexual por “voluntad propia” se volvió una manera de generar ingresos desde casa, sin tantos “esfuerzos” y utilizando la herramienta que tenemos todas; nuestra cuerpa.
Por lo menos en lo que respecta a México, tan solo en los primeros seis meses del 2020 3.2 millones de trabajadoras perdieron sus puestos de trabajo, es decir, el 64 por ciento de la total, según estadísticas de El Financiero.
Bajo la ideología de la estructuración del propio patriarcado desde sus inicios y su sometimiento a nuestras ancestras, el sistema se sostiene a base de la explotación de las mujeres; desde los roles de género que nos adoctrinan a servir a otros, hasta nuestra supuesta capacidad paridora. Junto al patriarcado, el capitalismo también es el modelo económico que reduce a las mujeres empobrecidas a objetos de consumo, adquisición, uso y desuso al antojo y disposición de los hombres.
Las personas por naturaleza buscamos la aprobación social porque tenemos miedo al rechazo, sin embargo, en el caso de las mujeres, no se limita al miedo a ser rechazadas, sino que nos han educado para agradar a los hombres y cumplir con los roles que tenemos establecidos en la sociedad que está sustentada en lo que les beneficia a los hombres.
Es por esto, que el valor de las mujeres está basado en la juventud y la belleza. Aspectos que se relacionan con la fertilidad y el deseo; a esto le llamamos feminidad.
Una vez entendido que la feminidad son básicamente todos los mandatos patriarcales que se nos han impuesto desde que nacemos, podemos hablar de hipersexualiación.
Técnicamente, la hipersexualización es la exaltación de los atributos sexuales de una persona por encima de otras cualidades, provocando la cosificación de las mujeres. Es decir, nos reducen a una cuerpa o a ciertas partes de esta.
Y este fenómeno lo vemos todos los días y en todas partes. Vivimos bombardeadas de imágenes y videos de mujeres desnudas y semidesnudas en los medios, la música, el cine, la fotografías y de las redes sociales ni se diga.
Habrá quién diga que soy mojigata y hasta santurrona. Pero, aunque hacer trends de bailes meneando el trasero puede ser muy divertido y hasta monetizable, es necesario cuestionar que quienes son el producto somos nosotras.
Ahora, volviendo a la pregunta inicial, ¿subir contenido sexualizándonos es empoderante?
En la década de los setenta y ochenta, hubo muchas movilizaciones sociales con el ingreso del neoliberalismo y con él, del pensamiento posmoderno.
En estas movilizaciones sociales, se vio financiado y afectado el movimiento feminista de aquellos años (que era mayormente radical), en donde la academia y el Estado se vieron interesados en incluir la “teoría” a fin de modificarla para su beneficio.
Cambiaron conceptos como “patriarcado” a “sistema sexo-género”, y dejaron de hablar de las mujeres como sujetas políticas para hablar del género; “violencia de género”, “estereotipos de género”, etc.
Con todos estos cambios en donde cada vez es más difícil identificar la violencia que vivimos AL NACER MUJERES, en los años ochenta aparece el término “empoderamiento” con la idea de “transformar la subordinación del género” y eliminar “otras estructuras opresoras”.
Como te imaginarás, todo apuntaba a lo mismo de siempre disfrazado de revolución. Ya que, con el tiempo el empoderamiento se refería a la mejora de la educación y la salud orientada a la autopercepción de la mujer, pero ignorando totalmente los contextos reales de aquellas que no fueran racial o económicamente privilegiadas.
El empoderamiento está totalmente despolitizado, no es colectivo ya que busca el poder de una cuantas, y se niega a admitir que sin un cambio político y social, será imposible abolir todas las opresiones que vivimos.
Es por esto, que el mentado “empoderamiento” no es feminista, además de capitalista, ya que lucra con nuestra lucha y con las mujeres.
Cuestionemos por qué los “trabajos” que sexualizan, cosifican y dañan la integridad de la persona, resultan ser ocupados por mujeres. La respuesta es sencilla; porque no son trabajos, es explotación. Y en la medida en la que empecemos a cuestionar al sistema que orilla y adoctrina a las mujeres a verse involucradas en la explotación sexual/reproductiva, comenzaremos a ver que en realidad están siendo violentadas.
No hay manera de combatir la existencia de plataformas como Only Fans, de los prostíbulos, de páginas de pornografía y hasta de los alquileres de vientres si no existieran hombres que pagaran por consumirlo.
Es urgente reconocer la violencia y cómo opera a través de falsas ideologías de “empoderamiento y liberación” que no son más que marketing. ¿Por qué nos haría libres continuar haciendo lo que ellos desean? ¿Si nuestra cuerpa realmente es nuestra decisión por qué continuamos satisfaciéndolos a ellos? ¿Nos hace más dueñas de nuestra sexualidad?
Sin duda nos espera un largo camino, pero confío en que algún día seremos verdaderamente libres.
Acerca del autor
Abigail Bolaños
Comunicadora inconforme, activista feminista y escritora de sueños.
Soy licenciada en Ciencias de la Comunicación y especialista en capacitación. Me encanta estudiar teoría feminista y luchar colectivamente por una vida digna para todas las mujeres. Dentro de mis varios trabajos, coordino Entérate Mujer, imparto talleres para distintas organizaciones y gestiono proyectos sociales que promueven los DDHH, la educación, así como la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres.