Desde una perspectiva médica y feminista, me parece importante empezar reconociendo la importancia de la autonomía en todas las elecciones que realizamos, en este caso, el tipo de calzado que usamos.

Sin embargo, ¿realmente podemos decir que estas decisiones las tomamos con autonomía y con plena conciencia de los efectos negativos a nuestra salud? Mientras algunas mujeres usan tacones como una expresión de estilo y confianza, otras pueden sentir presiones culturales, sociales, incluso exigencia laborales entorno a utilizar zapatillas o zapatos con tacón.

Pero retrocedamos en el tiempo, ya que el uso de zapatos con tacón se identifica que inició en el siglo XVII, donde eran usados tanto en hombres como mujeres, como un símbolo de estatus y riqueza.

Sin embargo, su uso se fue modificando a lo largo del tiempo, influyendo finalmente en la identidad y la percepción de lo que actualmente identificamos como “femenino”, además de impactar en las percepciones culturales de lo que es bello y estético.

Si bien existen argumentos en los que se propone que los tacones han sido utilizados como herramientas de expresión artística, destacando su presencia en la moda, el arte y la cultura popular. En la actualidad la teoría feminista ve a los tacones como otro medio más de imposición y como una herramienta estética restrictiva.

Por otra parte, existe evidencia sólida que demuestra las consecuencias para la salud del uso de tacones, en particular del uso prolongado. El mayor impacto del uso de tacones es sobre la postura, la columna vertebral, los músculos y las articulaciones.

Postura y Columna Vertebral:

Los tacones, alteran drásticamente la
alineación natural del cuerpo.

El aumento de altura en el talón provoca una inclinación hacia adelante, desplazando el centro de gravedad y obligando a los músculos de la espalda a trabajar en exceso para mantener el equilibrio. Esta tensión constante provoca una postura encorvada y contribuye a la deformación de la columna vertebral.

Músculos y Tendones:

El uso prolongado de tacones también afecta los músculos y tendones de las piernas y los pies. Los músculos de la pierna se acortan y se tensan, provocando dolor.

Además, la tensión excesiva en los tendones, como el de Aquiles puede llevar a una tendinitis, la cual es una inflamación dolorosa que afecta la movilidad y la comodidad al caminar.

Articulaciones y Riesgo de Lesiones:

Las articulaciones, especialmente las rodillas y cadera, sufren las consecuencias de usar tacones. El aumento de la presión en estas áreas puede aumentar el riesgo de tener osteoartritis; además, el riesgo de lesiones como esguinces o fracturas aumenta significativamente debido a la inestabilidad creada por la posición elevada del pie.

A menor edad mayores consecuencias:

Se ha encontrado que utilizar zapatos de tacón durante la infancia y adolescencia produce una deformación del pie, produciendo un aumento de la altura y disminución del ancho del talón; provocando deformaciones en la columna y dolor crónico.

Creo que es importante además de mostrarles la evidencia científica, dar voz a las experiencias personales de mujeres que han enfrentado repercusiones en su salud debido al uso prolongado de tacones.

Escuchar sus testimonios proporciona una perspectiva humana y subraya la necesidad de equilibrar la moda con la salud. A nivel de salud pública existen países como Reino Unido en el que se están proponiendo leyes para que las empresas no puedan obligar a sus empleadas a usar tacones.

Desafortunadamente no existen regulaciones en la mayoría de los países, por lo que existen muchas experiencias dónde las mujeres son forzadas a usar tacones en sus trabajos.

Imagen de ElMundo.es

Respecto a esto quiero contarles una experiencia que tuvo una compañera de trabajo, donde justo por ser obligada a usar tacones, se cayó y fracturó el cóccix (es un hueso pequeño en la base de la columna vertebral). Normalmente la curación de esta fractura es de 2 a 3 meses.

Su médico le indicó que al menos no podría usar tacones por 4 a 6 meses. La empresa donde trabajábamos no le importó las indicaciones del especialista y le dijeron que si no usaba tacones la despedirían. ¿Se pueden imaginar el dolor y la incapacidad que tenía para caminar en tacones? Además de la clara frustración y enojo de ser rebajada su valía y profesionalismo a usar tacones.

Esta experiencia de mi compañera es un claro ejemplo de la lucha del feminismo en esta área. La asociación de los tacones con el profesionalismo, elegancia o atractivo personal ha generado un entorno en el que las mujeres sienten que su valía se vincula directamente a su elección de calzado.

El usar tacones se ha convertido en una exigencia respecto a la imagen que tenemos que “tener” las mujeres; por lo que es importante recordar que, si bien finalmente unas de nosotras podremos decidir si usar o no tacones, muchas de nosotras no tendremos opción. Por lo que es imperativo examinar cómo las elecciones personales, como el uso de tacones, pueden tener implicaciones más amplias en la autonomía de otras mujeres.

Si bien la decisión de usar tacones puede ser una expresión de estilo y confianza para algunas, la asociación social del valor de los tacones puede generar presiones que afectan negativamente la salud y calidad de vida de aquellas que son obligadas a seguir esta norma.

REFERENCIAS

  1. Lisa Small y Stefano Tonchi. «Killer Heels: The Art of the High-Heeled Shoe»
  2. Barnish, M., Morgan, H.M. & Barnish, J. The 2016 HIGh Heels: Health effects
    And psychosexual BenefITS (HIGH HABITS) study: systematic review of
    reviews and additional primary studies. BMC Public Health 18, 37 (2018).
    https://doi.org/10.1186/s12889-017-4573-4
  3. Mahmood T, Naqvi R, Waseem I, Salam A. Biomechanical effects of high
    heeled shoes on neck pain among females: A narrative review. J Pak Med
    Assoc. 2023 Feb;73(2):357-361. doi: 10.47391/JPMA.6572. PMID: 36800725.
  4. Silva AM, de Siqueira GR, da Silva GA. Implications of high-heeled shoes on
    body posture of adolescents. Rev Paul Pediatr. 2013 Jun;31(2):265-71.
    English, Portuguese. doi: 10.1590/s0103-05822013000200020. PMID:
    23828066.

Acerca del autor

Martha García
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Soy feminista, médica de formación y tengo la Maestría en Ciencias en Epidemiología con énfasis en Salud Sexual y reproductiva. Aprender y enseñar son mis grandes pasiones.

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