La psicoterapia ha tenido cada vez más relevancia en los últimos años. Es muy bueno que cada vez más personas se están haciendo cargo de su salud, el cual incluye la salud mental, pero es importante que sepamos elegir a la psicoterapeuta y el enfoque más adecuado para nosotras.

Desafortunadamente, muchas y muchos “colegas” no tienen una práctica ética ni humana hacia los procesos de sus usuarias o usuarios. Es por esto, que queremos compartirles algunos puntos fundamentales para que podamos tomar las mejores decisiones, y que con esto, nuestro bienestar emocional no se vea afectada.

Es nuestro derecho como usuarias conocer la formación y experiencia de quien nos va a atender, por lo que, es importante que cuente con la documentación completa que acredite que es una profesional de la salud mental.

Tristemente existen muchos cursos, maestrías y diplomados que permiten el ingreso a profesionales de diferentes áreas que no tienen que ver con la salud mental; es decir, un ingeniero o un médico puede tomar una especialidad en psicología clínica y abrir su propio consultorio, mal.

Por otro lado, existen también personas sin ninguna formación académica que piensan que tomando un curso de 3 meses ya pueden brindar estos servicios, como son el coaching o las constelaciones familiares. La única persona que puede brindar servicios de psicoterapia es alguien que tiene la licenciatura en psicología y tiene un enfoque en la práctica clínica.

De la mano con los puntos 1 y 2.

Si ya pasó los tres filtros anteriores, es importante que te hable en la primera sesión sobre los lineamientos y acuerdos que deberán cumplirse durante todo el proceso, a esto se le conoce como “encuadre”, es decir, es el momento para hablar de honorarios, límites en el proceso, confidencialidad, disponibilidad de fechas, horarios, etc. Algunas psicólogas y psicólogos optan por hacerlo mediante un documento, el cual generalmente tiene por nombre “consentimiento informado”. Esto es importante para garantizar la calidad del servicio y mantener una relación entre usuaria y psicoterapeuta clara.

En ocasiones puede ser difícil darnos cuenta de esto, pero si te enteras que está divulgando información tuya que se abordó durante las sesiones, es una bandera roja muy grande. La única manera en la que se puede romper este acuerdo es si tu vida está en riesgo, estás involucrada en algún delito o representas un peligro inminente para ti misma, la sociedad o tu alrededor.

Es primordial que los espacios de psicoterapia sean espacios seguros, libres y cómodos para las usuarias. Si tu psicóloga te hace sentir avergonzada sobre tus decisiones, juzga tus acciones, opina negativamente sobre tu historia de vida o minimiza tus emociones y experiencias, lo ideal sería buscar a otra profesional.

También es importante que estos espacios sean completamente laicos, es decir, si te sugiere que pongas tu vida en manos de Dios para que tus problemas se resuelvan, que vayas a la iglesia para que te sientas más tranquila, etc. en definitiva no es un lugar seguro para ti.

Aunque la fé (que es diferente a lo religioso y espiritual) puede utilizarse de manera independiente a lo que se trabaje en el proceso, no es la solución a tu malestar, pues recordemos que la religión también ha sido un pilar para nuestra opresión.

Hay ocasiones en las que “profesionales” de la salud mental utilizan este tipo de estrategias para tener más clientes, si te vende ideas de que en X sesiones vas a lograr X cosa, te vende planes o paquetes de varias sesiones, si te promete que con X estrategia tu problema se va a resolver, ahí tampoco es, es puro marketing y no es una práctica ética.

Si te presiona a hablar sobre algo que no quieres, si no te sientes lista para hacer algún ejercicio o actividad, si quiere acelerar o ralentizar tu proceso, también es una bandera roja. Cada usuaria tiene necesidades e inquietudes distintas, es fundamental que la psicóloga vaya siempre al ritmo de cada una.

Si en algún momento del proceso hay algo que no te cuadra, no te hace sentir segura o simplemente ya no te gustó, tal vez sea momento de cambiar de psicoterapeuta. Es importante que confíes en tí y en lo que te dice el cuerpo, escúchalo siempre, no estás exagerando.

Estar informadas acerca de estos temas nos permitirá tomar mejores decisiones, poner
límites y fomentar el autocuidado.

Acerca del autor

Valeria Rocha

Psicóloga apasionada en temas sobre sexualidad y neuropsicología con perspectiva feminista. Busca poner su "granito de arena" promoviendo la salud mental y el bienestar emocional.

Acerca del Autor

Valeria Rocha

Psicóloga apasionada en temas sobre sexualidad y neuropsicología con perspectiva feminista. Busca poner su "granito de arena" promoviendo la salud mental y el bienestar emocional.

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