La «megarexia», es un término que se utiliza para describir un trastorno alimentario en el que una persona tiene una imagen corporal distorsionada y se ve a sí misma mucho más delgada de lo que realmente es.

A diferencia de la anorexia, en la que las personas se ven a sí mismas más grandes de lo que realmente son, las personas con megarexia se ven a sí mismas más pequeñas de lo que realmente son.

La megarexia no es un término oficial, ni es un trastorno médico reconocido en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) o en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM). Sin embargo, algunos expertos en salud mental han utilizado el término para describir una forma de trastorno dismórfico corporal.

El trastorno dismórfico corporal (TDC) es un trastorno psicológico en el que una persona tiene una percepción distorsionada de su cuerpo y se preocupa obsesivamente por algún defecto o imperfección imaginaria o levemente perceptible en su apariencia física.

Por otro lado, la «fotorexia» se utiliza para describir una obsesión no saludable con tomar selfies y fotografías de una misma. Esta obsesión puede tener un impacto negativo en la salud mental, incluyendo la autoestima, la imagen corporal y la seguridad personal.

La fotorexia se asocia a menudo con la dismorfia corporal, un trastorno psicológico en el que una persona tiene una percepción distorsionada de su cuerpo y se preocupa excesivamente por su apariencia física. La fotorexia puede también estar relacionada con la adicción a las redes sociales y la necesidad de atención y validación por parte de otros.

Es importante destacar que la fotorexia no es un término médico reconocido y no debe ser confundido con otros trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia, que son trastornos psicológicos graves que requieren tratamiento profesional.

¿Cómo afecta en la salud mental de las mujeres?

Dichos términos pueden afectar gravemente la salud mental de las mujeres, ya que pueden interferir en su calidad de vida.

Por un lado, la fotorexia causaría una excesiva preocupación por su apariencia física, particularmente cuando se trata de fotos de sí misma. Esto con lleva a desarrollar una baja autoestima depresión y ansiedad.

Esto puede orillarlas a llevar a cabo conductas alimentarias peligrosas, desde la restricción de alimentos como la búsqueda de dietas extremas, lo que puede llevar a desencadenar trastornos alimentarios como la anorexia o bulimia.

En el caso de la megarexia, las mujeres pueden experimentar una distorsión de la imagen corporal en la que se ven a sí mismas como mucho más delgadas de lo que realmente son. Esto puede llevar a una obsesión por perder peso, incluso si ya están por debajo de un peso saludable.

También puede llevar a conductas alimentarias peligrosas, como la restricción alimentaria y la sobre-exigencia de la actividad física, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia. Además, la megarexia también puede afectar la autoestima y la capacidad de las mujeres para disfrutar de actividades cotidianas.

¿Es cultura de la dieta?

La cultura de las dietas es un factor muy claro que contribuye a la presión social por querer encajar en un ideal irreal e insano de belleza, aunque también existen distintos factores que favorecen la aparición de problemas alimentarios, tales como:

  • La baja autoestima y falta de autoconfianza.
  • La exposición a imágenes corporales poco realistas en los medios de comunicación y las redes sociales
  • La historia de trastornos alimentarios en la familia
  • La ansiedad y el estrés crónico
  • La falta de educación sobre nutrición y alimentación saludable.

Es importante recordar que estos trastornos no son una elección consciente de las personas que los padecen, sino que son trastornos mentales complejos que requieren tratamiento profesional y una atención integral de la salud física y mental.

Mariana Ibarzábal

Referencias:

Tiggemann, M., & Slater, A. (2014). NetGirls: The Internet, Facebook, and body image concern in adolescent girls. International Journal of Eating Disorders, 47(6), 630-643.

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5).

Moncur, R., & Power, J. (2013). Understanding «selfitis»: A cross-sectional study. International Journal of Mental Health and Addiction, 10(5), 748-756.

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Mancuso, S. G., & Knoesen, N. P. (2008). Quality of life in body dysmorphic disorder. Psychiatry Research, 161(3), 313-318.

Rosen, J. C., & Ramirez, E. (1998). A comparison of eating disorders and body dysmorphic disorder on body image and psychological adjustment. Journal of Psychosomatic Research, 44(3-4), 441-449.

Acerca del autor

Mariana Ibarzábal
Psicopedagoga | + posts

Psicopedagoga que busca educar e informar desde una perspectiva feminista. Me apasiona investigar sobre los trastornos del neurodesarrollo y de aprendizaje en mujeres porque desafortunadamente las mujeres somos muy poco estudiadas y es algo que debe cambiar.

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