Psic. Valeria Rocha.
Sabemos que puede ser complejo acompañar a una mujer que es importante para ti, no importa de qué se trate, ya sea que terminó con su novio, se está divorciando, perdió su trabajo, está en procesos legales o de salud física/mental importantes o que ha decidido interrumpir su embarazo.
Mucho se ha tratado de hacer para retirar los mitos y estigmas en cuanto al aborto, aunque realmente lo que se pretende defender respecto a este tema es la libertad y el derecho a decidir de las mujeres en caso de que deseen interrumpir su embarazo.
También se ha tratado de hacer difusión y compartir herramientas psicoemocionales a las mujeres que han tomado la decisión de hacerlo; sin embargo, poco se ha hablado de la manera en la que amigas, hermanas, primas, tías, compañeras, podemos acompañar y brindar apoyo a quienes deciden hacerlo, es decir; ¿Cuál es la manera más adecuada de apoyar a la otra?
Aunque siempre va a depender de cada caso en particular, te compartiremos algunos puntos clave que pueden ser de mucha utilidad, no importa si eres acompañanta abortista o solamente quieres brindarle contención y apoyo a una mujer cercana a ti.
Antes de comenzar a nombrar cada punto, es importante que consideres y te preguntes algunas cosas:
- ¿Puedo apoyarla? (esto respecto a posibilidades de tiempo, espacio, incluso económicas)
- ¿Quiero/deseo asumir ese rol de contención y/o acompañamiento? (es decir, si te sientes cómoda o disponible emocionalmente).
Recordemos que tu bienestar físico y mental también son importantes y que no estás obligada a hacerlo si no lo deseas, sin embargo, esto no quiere decir que debas dejarla sola de manera irresponsable; es decir, puedes canalizarla con otra colectiva/profesional o simplemente buscar a alguien más que la pueda acompañar (familia o amistades).
Una vez que establecimos lo anterior y si tu respuesta a las preguntas anteriores fueron “sí”, podemos mencionar los siguientes puntos:
- Estar informada: trata de buscar toda la información que puedas en cuanto a los procesos fisiológicos, psíquicos y sociales por los que está pasando la mujer a la que vas a acompañar, esto te permitirá ser consciente de manera responsable y empática sobre todo lo que pasa en su cuerpa, en su mente y en su entorno.
- Saber qué desea la mujer que acompañas: es decir, puedes hacerle preguntas concretas como: ¿Qué necesitas? ¿Cómo te puedo apoyar? De esta manera puedes identificar más fácil qué es lo que puedes hacer por ella, como quedarte a dormir algunas noches con ella, abrazarla, acompañarla a citas médicas, hacerle de comer, o simplemente escucharla.
- Validarla: es normal que quiera hablar sobre cómo se siente y lo que piensa, aquí es importante que no juzgues ninguna emoción o pensamiento que te comunique, es normal que se sienta triste, impotente, enojada, avergonzada, ansiosa o que piense que es una mala persona (aunque esto no es real, abortar no la hace una mala persona, pero es normal y válido que en estos momentos vulnerables piense de esa manera).
- Haz cuestionamientos con ella: tomando el ejemplo del punto anterior sobre “si es mala persona”, mediante preguntas y el diálogo de ambas lleguen a “la raíz” de ese pensamiento, por ejemplo: ¿por qué abortar te hace una mala persona? ¿qué significa ser una mala persona? de tal manera que puedan llegar a una conclusión en conjunto. Contextualizar lo que está pensando también les puede ser útil, es decir, hablar sobre cómo a las mujeres se les ha negado el derecho a decidir de manera histórica, y cuando lo hacemos, casi automáticamente nos vuelve “malas personas”, esto le ayudará a entender de donde surgen/nacen estos pensamientos.
5. No ofrezcas consejos/apoyo que no te solicitaron o estén fuera de lugar: por ejemplo, organizar una reunión con amistades o familia “sorpresa” para “animarla”, aconsejarla que vaya a la iglesia a que se confiese, llevarla a la fuerza a un grupo terapéutico, etc.
6. Mantente al pendiente: a medida de tus posibilidades, trata de darle seguimiento cada vez que ella lo requiera, ya sea con una visita presencial, una videollamada o por mensajes.
7. No la presiones u obligues a hacer algo que no quiere: por ejemplo, si una de sus necesidades es solamente que estés presente físicamente de vez en cuando, no insistas con otros puntos como “tienes que hablar conmigo y decirme lo que sientes”. Ella tendrá su proceso a su ritmo, y hablará cuando se sienta lista.
8. Confía en ella: es normal que en diferentes momentos te sientas preocupada o angustiada por ella, pero recuerda que ella ya cuenta con sus propios recursos y herramientas psicoemocionales para su proceso, tu rol en estos momentos solo es ser una parte de su red de apoyo.
9. Recuérdale que lo está haciendo bien: trátala con paciencia y amor, sé gentil con ella, de manera que eso la motive a tratarse de la misma manera. A veces lo único que necesitan es que estemos para recordarles y reafirmarles eso, puede ser con frases concretas como “lo estás haciendo bien”, “confía en ti”, etc.
Acompañar procesos de este tipo puede ser complejo para la persona que acompañe, es por esto que es importante también hacer mucha auto-observación, regulación y contención propia para poder realizarlo. Si necesitan apoyo, hay muchas colectivas y profesionales de la salud que pueden acompañarlas.
Referencias
Centro Médico Aragón. (s.f.) Consejos para acompañantes. Centro Médico Aragón, España.
Recuperado de https://www.centromedicoaragon.com/abortar/consejos-para-acompanantes/
Organización Balance. (10 de octubre de 2022). ¿Por qué hablamos de salud mental y su
relación con el aborto?. Organización Balance. Recuperado de
https://balancemx.org/es/D%C3%ADaSaludMental-ADAS
Ortíz, Olivia. (2010). Acompañar para empoderar. Guía de apoyo para la formación de
acompañantes a mujeres en situación de aborto.
Acerca del autor
Valeria Rocha
Psicóloga apasionada en temas sobre sexualidad y neuropsicología con perspectiva feminista. Busca poner su "granito de arena" promoviendo la salud mental y el bienestar emocional.