Dra. Martha García.
El himen es una membrana elástica que cubre la entrada de la vagina, la mayoría de los hímenes tienen un agujero por el que permite que salga sangre menstrual, secreción vaginal normal y puedas usar una copa o tampón cómodamente.
Sin embargo también hay casos menos comunes en los que desde el nacimiento el himen está cubriendo completamente la entrada de la vagina o incluso algunas mujeres pueden no tener himen.
Existen diversas formas de himen, dependiendo del tipo y forma de la abertura que tengan.
A lo largo de la historia el himen “intacto” se ha asociado como símbolo de virginidad. Sin embargo, la abertura del himen se puede ir haciendo más amplio o rasgarse con otras actividades como andar en bici, caballo, incluso al masturbarte.
La virginidad no existe como término médico o científico, más bien es un constructo social y religioso que exhibe la discriminación y violencia ejercida contra las mujeres y niñas.
Martha García
Una persona virgen ha sido definida como aquella que no ha tenido “relaciones sexuales”, en concreto coitales. Sin embargo las relaciones sexuales son muy diversas; esta definición al ser patriarcal solo incluye a las relaciones heterosexuales y no toma en cuenta a las relaciones homosexuales, en las que no hay penetración pene-vagina.
De manera específica, el constructo de virginidad en las mujeres es utilizado para clasificarlas y juzgarlas, añadiéndole atributos como “pureza” y categorizando a las mujeres como “prostitutas” si no cumplen los mandatos del cómo, dónde, cuándo y con quién deberían tener relaciones sexuales. Esto nos demuestra cómo el sistema patriarcal ha definido y quiere tener control sobre la sexualidad de todas las mujeres.
De acuerdo con la OMS en la actualidad existen por lo menos 20 países en los que se siguen solicitando “pruebas de virginidad”, como requisito para poder casarse, obtener un empleo o para comprobar que han sido violadas; por lo que la OMS hace un llamado a erradicar y prohibir el uso de estas prácticas ya que constituyen un acto de violencia y violación a los derechos de las mujeres y niñas.
La virginidad al ser un mandato de control y dominio de la sexualidad de las mujeres provoca que se propicien actos de violencia contra la mujer, cultura de la violación, crímenes de honor, mutilación genital, entre otras.
¿La virginidad existe? La respuesta es NO, ya que al ser “seres sexuados” la sexualidad es parte de nosotras desde que nacemos, por lo que el contacto con nuestro cuerpo y con el de otras personas, forma parte de toda nuestra vida y no de un momento en específico.
Acerca del autor
Martha García
Soy feminista, médica de formación y tengo la Maestría en Ciencias en Epidemiología con énfasis en Salud Sexual y reproductiva. Aprender y enseñar son mis grandes pasiones.