Psic. Valeria Rocha.

Cada uno de estos dos conceptos son bastante polémicos por sí mismos, y quizá pueda ser aún más revoltoso encontrar alguna relación entre ambos, sin embargo, tienen bastante que ver uno con el otro.

Podemos entender el antiespecismo como “El conjunto de resistencias en oposición al sistema de dominación especista, que deriva en una serie de teorías y prácticas basadas en la idea de que los animales no humanos merecen ser respetados, no ser considerados medios ni propiedades y que tienen derecho a ser libres”. (Fernández, 2018)

Desde la teoría de la diferencia sexual dentro del feminismo, el movimiento antiespecista tiene todo que ver. De acuerdo con Rusa (2020) El feminismo antiespecista plantea que no se puede luchar por los derechos de las hembras humanas ignorando al resto de las hembras pues el patriarcado ha propuesto que las mujeres y animales son considerados seres inferiores que se pueden violentar y mercantilizar.

Entre sus postulados, el feminismo antiespecista señala que son las hembras las que se llevan la peor parte dentro del mundo animal: las violan y las hacen parir repetidamente a base de abusos y violencia, así como, les quitan su leche, sus huevos o crías; todo esto debido a su capacidad sexual y reproductiva.

Por mencionar algunos ejemplos, ¿Por qué las hembras sufren más?

En su origen, las gallinas ponían unos 20 huevos al año, durante un periodo de 10 o 12 años. A lo largo del tiempo, la actual gallina ponedora puede producir casi un huevo al día (aproximadamente 1 cada 27 horas, es decir, más de 300 huevos al año), esto debido a la selección genética y condiciones ambientales de las gallinas (a las que están sometidas para producir huevos de manera excesiva) en la industria avícola, por lo que, su periodo “productivo” dura únicamente 18 meses.

Seguramente en algunos bazares o redes sociales has visto a la venta cachorros muy tiernos, lindos y pequeños. Detrás de esto, estamos hablando de criaderos (evidentemente ilegales) donde se encuentran varias hembras y pocos machos, donde las hembras son forzadas constantemente para que tengan crías, una y otra vez, es decir, son violadas durante su etapa de celo, para posteriormente separar a los cachorros de la madre y venderlos. Las madres viven bajo condiciones poco salubres, sin atención médica veterinaria.

Además de esto, las hembras no solo son explotadas sexual y reproductivamente, sino que, son ridiculizadas, sufren malos tratos, golpes, desgarros y heridas por todo el cuerpo, además de todo el dolor emocional y psicológico que les conlleva debido al estrés al que se ven sometidas durante su tiempo en granjas o criaderos.

Por lo tanto, Faria (2016) propone que “la lucha feminista debe incorporar el principio ecologista de la preservación de la naturaleza como forma de contrarrestar esta lógica de dominación masculina y así reducir la violencia ejercida sobre todas las habitantes de la tierra”.

Históricamente el hombre ha pensado que todo lo que está a su alrededor está hecho por y para su consumo, a esto le llamamos antropocentrismo, pues es la teoría que afirma que, según la Real Academia Española “el hombre es el centro del universo” y aunque realmente no necesitemos de una definición concreta, podemos observar que en la vida cotidiana esto es una realidad. Incluso alguna vez hemos escuchado la famosa frase “los hombres de verdad comen carne”, pero ¿matar a otro ser vivo para tu propio consumo te convierte en una persona de verdad?

Guerra (2019) cita a una autora importante para el tema, utilizando el concepto de Margaret Homans aplicado al especismo por Carol Adams en su libro “La política sexual de la carne”. Adams explica que los animales usados como carne son el referente ausente:

Detrás de cada comida con carne hay una ausencia: la muerte del animal, cuyo lugar toma la carne. El “referente ausente” es lo que separa a quien come carne del animal y al animal del producto final. La función del referente ausente es mantener nuestra “carne” separada de cualquier idea de que ella o él fuese una vez un animal, es mantener el “¡muuu, muuu!”, el “co, co, co”, o el “¡beee!” lejos de la carne, evitar que algo sea visto como el alguien que fue una vez”

Adams, 2018

Esto quiere decir, que cuando a las niñas y a los niños se les enseña que la vaca es para dar leche, se les muestra una divertida figura de una linda y tierna vaca en una granja, pero evitamos decirles cómo se produce esa leche, nos les decimos que está llena de pus y sangre de ubres infectadas de vacas en sufrimiento. Tampoco mencionamos las inseminaciones artificiales forzadas de las vacas para que sigan gestando y así producir más leche.

El sexismo y el especismo se expresan dentro de un sistema semejante de jerarquía y dominación a través de la objetivización, subordinación y abuso (Faria, 2016). En este sentido el feminismo ha evidenciado cómo los cuerpos de las mujeres pasan a ser mercancías como objetos de trabajo, de reproducción o de consumo erótico.

También sabemos que los cuerpos de los animales son reducidos a objetos de consumo, para experimentación y de entretenimiento.

De manera resumida, podemos darnos cuenta del daño que el patriarcado le ha hecho no solo a nosotras, si no también a la naturaleza y a otras especies. Hay muchos aspectos que debemos cuestionar sobre lo que nos han impuesto los otros y con lo que hemos crecido; ¿Realmente necesitamos la proteína animal?, ¿Por qué solo ciertos seres merecen respeto y consideración moral?, ¿Vale la pena explotar a un animal y quitarle a su cría solo porque se ve lindo?

Recordemos que los animales viven con nosotras, no para nosotras.

Valeria Rocha.

Referencias.
Bueno y vegano. (01 de mayo de 2019). Huevos: el precio que paga la gallina es demasiado
alto. Bueno y Vegano. Recuperado de
https://www.buenoyvegano.com/2019/05/01/huevos-precio-paga-la-gallina-demasiado-alto/

Faria, Catia. (2016). Lo personal es político: feminismo y antiespecismo. Revista
latinoamericana de estudios críticos animales, 3(2). Recuperado de
https://revistaleca.org/index.php/leca/article/view/109
Fernádez, Laura. 2018. Hacia mundos más animales. Una crítica al binarismo ontológico
desde los cuerpos no humanos. Ediciones Ochodoscuatro. Disponible en:
https://www.academia.edu/36628775/Hacia_mundos_m%C3%A1s_animales._Una_cr%C3
%ADtica_al_binarismo_ontol%C3%B3gico_desde_los_cuerpos_no_humanos
Marroquín, Laura. (2019). El feminismo nos viene a incomodar. FLACSO, Guatemala.
Recuperado de
https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/60285705/lidiaguerra-ensayoFeminismoAntiespecista2
0190813-56343-24kvrp-libre.pdf?1565755663=&response-content-disposition=inline%3B+fil
ename%3DEL_FEMINISMO_ANTIESPECISTA_NOS_VIENE_A_I.pdf
Real Academia Española. (2022). Antropocentrismo. En Diccionario de la lengua española.
Recuperado de https://dle.rae.es/antropocentrismo
Rusa. (29 de octubre de 2020). ¿Qué es el feminismo antiespecista?. Harta. Recuperado de
https://www.harta.uy/antiespecismo/
Wild Souls. (05 de abril de 2021). Qué supone comprar un animal, las consecuencias sobre
la venta de mascotas. Wild Souls. Recuperado de
https://www.wildsouls.org.es/post/que-supone-el-comercio-con-animales-la-venta-de-mascot
as-y-sus-consecuencias

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Psicóloga apasionada en temas sobre sexualidad y neuropsicología con perspectiva feminista. Busca poner su "granito de arena" promoviendo la salud mental y el bienestar emocional.

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