Dra. Martha García

A nivel mundial aproximadamente 1 de cada 5 mujeres presenta algún trastorno mental como ansiedad o depresión. Y a pesar de que existen causas biológicas de estas enfermedades, como hormonales, ambientales o de alimentación; existen factores socioculturales que determinan que a las mujeres tengan 50% más riesgo de presentar depresión y 2 veces más riesgo de presentar ansiedad en comparación con los hombres.

El principal factor de riesgo es simplemente por nacer mujer.

Es importante que recordemos que de manera histórica y sistemática se ha puesto al hombre como lo “superior, lógico y racional”; mientras que a las mujeres se nos ha catalogado como lo “inferior, débil, sumisa e irracional”. Por lo que a lo largo de la historia el diagnóstico e intervención de las mujeres desde las áreas de salud mental (psicología y psiquiatría) ha sido sobre esta visión sesgada y androcentrista de lo que consiste la salud mental de las mujeres.

Estamos acostumbradas a pensar en la salud mental como una condición individual, y no que está condicionada a un grupo de personas que comparten ciertas características. De manera adyacente las mujeres al estar condicionadas al género “inferior”, el femenino, vivimos diversas situaciones de desigualdad e inequidad, lo que conlleva a empeorar nuestras condiciones biológicas. Y finalmente es esta desigualdad social es la que nos lleva a tener un mayor riesgo de presentar alguna enfermedad mental.

Diversos estudios han encontrado que si además, las mujeres son jefas de familia, madres solteras, amas de casa o se dedican a cuidar a algún familiar enfermo sus probabilidades de ser diagnosticadas con alguna enfermedad mental incrementan. Otros factores que las hacen tener más riesgo son el desempleo, bajo nivel educativo, salario bajo, vivir con violencia, adicciones entre otros.

Este sesgo patriarcal no solo afecta el diagnóstico de las mujeres, si no también las investigaciones que se hacen en esta área. Un ejemplo es el estudio de los efectos psicológicos en las mujeres que abortan de manera voluntaria; la mayoría se han realizado en países de ingresos altos y donde el aborto es legal.

Poniendo de lado que estos estudios no están bien realizados, sus autores han concluido que el aborto parecería un factor de riesgo para que las mujeres desarrollen una enfermedad mental, y en comparación minimizan (y no estudian) el riesgo en la salud mental de las madres de criar un hijo no deseado.

De manera irresponsable los resultados de estos estudios son extrapolados a países de ingresos bajos o medios como México, en los cuales sus mujeres no tienen las mismas condiciones de vida y que al contrario viven en situaciones de mucha vulnerabilidad, por lo que las decisiones por las cuales abortan son diferentes, por ejemplo por situaciones de pobreza, violación, vivir con violencia, etc. Mujeres que además tienen menos herramientas de afrontamiento para poder lidiar con un hijo no deseado.

Ahora sabemos gracias a que existen estudios adecuados, que el aborto no ocasiona un mayor riesgo de enfermedad mental en las mujeres. Sin embargo, es primordial que a la hora de hacer estudios de salud mental en las mujeres se evalúe el contexto en el que viven, y cómo son atravesadas por múltiples desigualdades e inequidades; de lo contrario los resultados serán erróneos.

Este artículo es solo es una minúscula parte de todo lo que engloba el tema de salud mental en las mujeres, sin embargo es importante visibilizar este tema y exigir que los tomadores de decisiones y personal del área de salud estén capacitados en “perspectiva de género” con la finalidad de ofrecerles una mejor atención, diagnóstico y tratamiento a las mujeres que viven con alguna enfermedad de salud mental.

REFERENCIAS

1 Berenzon S, Lara MA, Robles R, Medina-Mora ME. Depresión: estado del
conocimiento y la necesidad de políticas públicas y planes de acción en México.
Salud Pública de México 2013; 55(1):74-80.
2 Russo N. Abortion, unwanted childbearing, and mental health. Salud Mental
2014;37:283-291
3 Prabha S. Women’s Mental Health. International Encyclopedia of Public Health.
2017;2: 434-443.

Acerca del autor

Martha García
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Soy feminista, médica de formación y tengo la Maestría en Ciencias en Epidemiología con énfasis en Salud Sexual y reproductiva. Aprender y enseñar son mis grandes pasiones.

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