Psic. Valeria Rocha.

El término “micromachismos” ha tenido un gran alcance en los últimos años y ha sido adoptado por diferentes instituciones públicas y privadas con “perspectiva de género”, así como se ha difundido el concepto en redes sociales para volver más consciente a la sociedad sobre este tipo de situaciones. Sin embargo, ¿de dónde surge este término?

Luis Bonino, psicoterapeuta argentino fue quien acuñó dicho concepto, definiéndolo como “actitudes de dominación suaves o de baja intensidad, formas y modos de abuso e imposición en la vida cotidiana. Son específicamente, hábiles artes de dominio, comportamientos sutiles o insidiosos, reiterativos y casi invisibles que los varones ejecutan permanentemente”. (pp. 1, 2004)

Haciendo un análisis desde una perspectiva feminista, hay varios elementos que el psicoterapeuta utiliza que son bastante cuestionables. Y que, por si fuera poco, no está de más mencionar que para construir una epistemología feminista, relatar y describir la realidad que vivimos como mujeres en una cultura patriarcal, un hombre es el menos indicado para hacerlo; sin embargo, este concepto está siendo utilizado en espacios feministas.

Karina Batthyány (2022) menciona que “el machismo puro y duro ya no es socialmente aceptado. Sin embargo, los micromachismos sí lo son, es decir, conductas que se naturalizan y todavía se aceptan socialmente”.

Ilustración The Minds Journal

En un país misógino como México, desafortunadamente los feminicidios se han convertido en un mal de la vida diaria, se han naturalizado y normalizado a tal grado que los medios de comunicación los llaman “crímenes pasionales” y el estado no hace nada por darles justicia a las víctimas y sus familias, pues no son considerados como algo grave ya que siempre van a respaldar al agresor, por lo tanto, dirigiéndonos a estas definiciones, ¿los feminicidios son un ejemplo de micromachismo al ser de la vida cotidiana? ¿cuál es el “machismo puro y duro que no es aceptado socialmente”?

Como bien sabemos, existen diferentes tipos de violencia a los que hemos sido sometidas por siglos, y aunque algunos pasen “desapercibidos” y sean más “sutiles” como el autor menciona; el machismo, sexismo y violencia en cualquiera de sus formas, sigue siendo igual de grave e impacta de manera importante en nuestro bienestar psicoemocional y corporal.

Si bien, es cierto que para nosotras ha sido un trabajo complejo identificar otros tipos de violencia casi imperceptibles, pues hemos sido adoctrinadas para no darnos cuenta de ello, para “aceptarla” y no denunciarla. La violencia que vivimos en nuestros trabajos, en la calle, escuelas, universidades y en casa, va más allá de los ejemplos de “micromachismos” que ya conocemos como: el azul es para niños y el rosa para niñas, las mujeres son las únicas que deben realizar tareas del hogar y que debemos sentarnos siempre con las piernas cruzadas.

Por lo que, aquí explicamos algunos ejemplos que Claudia De la Garza y Eréndira Derbez plasman en su libro “No son micro: Machismos cotidianos” (2020):

Mansplaining:

Se presenta cuando un hombre siente la necesidad de explicar algo a una mujer sin que ella se lo pida. El neologismo comenzó a utilizarse en inglés inspirado por el ensayo de Rebeca SolnitLos hombres me explican cosas”.

Describe esta situación específica en que los hombres aún sin conocer del tema, aun cuando la mujer es experta en el campo, asumen que lo que ellos dicen es más importante o adecuado, sólo por el hecho de ser hombres. ¿Pero ellos si quieren que les expliquemos de feminismo?

Manterrupting:

Sucede cuando una mujer habla y un hombre la interrumpe bruscamente, sin esperar a que ella termine, de modo que la conversación gira en torno a él, en donde él es quien explica las cosas y termina siendo el centro de atención. Donde además, podemos observar que nunca se interrumpen entre ellos.

Bropiating:

Sucede cuando un hombre se apropia del crédito o de las ideas de una mujer. Esto ha existido de manera histórica con escritoras, artistas e investigadoras como Rosalind Franklin y Margaret Keane.

Manspreading:

Este término nace en inglés al referirse a los hombres que se sientan con las piernas abiertas en el espacio limitado del transporte público, de modo que ocupan más lugar que su asiento. Sin embargo, también podemos referirnos a ocupar más espacio de que deberían (en general), por ejemplo, en la escuela cuando los niños utilizan casi el 100% del patio para jugar fútbol y las niñas tienen que irse a una esquina o espacio más pequeño.

Gaslighting:

El más famoso y del que más se tiene información. Un tipo de violencia emocional muy sutil a través de la cual se manipula a una persona para que dude de su percepción, de su memoria o de su propio juicio.

Ilustración Mind Help

Así mismo, agregaríamos algunos otros que parecen obvios, pero en la práctica no lo son tanto:

  1. Las infidelidades y las mentiras (hablando de una relación en pareja).
  1. Bromas misóginas: que generalmente se dan entre hombres en espacios de trabajo
    o académicos (y se aseguran que todos y todas a su alrededor los escuchen).
  2. Comentarios que parecen “inofensivos”: seguro has escuchado a un hombre decir “a ver si las mujeres no se enojan con lo que voy a decir”, o cuando hay un accidente automovilístico en la calle “seguro venía manejando una mujer”.
  3. Términos despectivos hacia nosotras: “mi ‘vieja’ se volvió a enojar conmigo”, “esa ‘vieja’ me gusta”.
  4. Cumplidos fuera de lugar: aunque sean por amigos o familiares hombres, o sea, alguien más cercano, nos obligan a verlo como un halago; por ejemplo, “se te hicieron unas piernotas”, “te ves mejor ahora que bajaste de peso”.

Es claro que los hombres siempre buscan intimidar, tener control y poder sobre nosotras y situaciones de la vida cotidiana, aún de las maneras “más sutiles”. Sin embargo, debemos tener cuidado con los términos que utilizamos para nombrar nuestras experiencias.

¿Cuáles identificas tú?

Referencias
Bonino, L. (2004). Los Micromachismos. Revista La Cibeles N°2 del Ayuntamiento de
Madrid. Recuperado de https://www.mpdl.org/sites/default/files/micromachismos.pdf
Batthyány, Karina. (14 de diciembre de 2022). Los micromachismos son conductas que se
naturalizan y todavía se aceptan socialmente. Consejo Latinoamericano de Ciencias

Sociales. Recuperado de

https://www.clacso.org/los-micromachismos-son-conductas-que-se-naturalizan-y-todavia-se-aceptan-socialmente/

De la Garza, Claudia., & Derbéz, Eréndira. (2020). No son micro: Micromachismos
cotidianos. Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. de C. V.
Ugalde, Denisse. (2023). Manual para prevenir el mansplaining, manterrupting,
gaslighting y bropiating. Gobierno del Estado de México Secretaría de las Mujeres.
Recuperado de
https://semujeres.edomex.gob.mx/sites/semujeres.edomex.gob.mx/files/files/Manual%20pre
vencion_MansplainingMGB%202023%20digital%2001.06.23.pdf

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Psicóloga apasionada en temas sobre sexualidad y neuropsicología con perspectiva feminista. Busca poner su "granito de arena" promoviendo la salud mental y el bienestar emocional.

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