Valeria Rocha

En una sociedad patriarcal, la maternidad juega un papel importante en el ciclo de vida de las mujeres, “sustentando” un sentido de vida para nosotras, ya que, según Marcela Lagarde, profesora de los posgrados de Antropología y Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “la maternidad es un complejo fenómeno sociocultural … el conjunto de relaciones, de acciones, de hechos, de experiencias de la maternidad que realizan y tienen las mujeres, son definitorios de la feminidad”.

Es decir, es una expectativa impuesta por otros que “debemos” cumplir, por lo tanto, todos los procesos que comprenden la maternidad pueden ser sumamente complejos, desde ámbitos sociales, culturales, médicos y psicológicos.

En México, la depresión posparto es más común de lo que pensamos: las bajas tasas de detección y atención en los sistemas de salud, de herramientas, protocolos y capacitación adecuadas para el reconocimiento de este desorden mental en mujeres embarazadas por parte del personal clínico, violencia obstétrica y la falta de estudios en el tema.

La Depresión Posparto se vuelve un problema de salud pública grave, ya que, afecta hasta al 56% de las mujeres latinas residentes en México y Estados Unidos durante los primeros 4 meses tras el nacimiento de su bebé.

Por otra parte, la Depresión Posparto puede vincularse con también con:

  • Una mayor atención al bienestar del bebé en este período.
  • Para la mujer es difícil asumir y priorizar su condición emocional.
  • El estigma, la vergüenza y el temor a la crítica.

Las primeras semanas después de un parto, y el embarazo como tal, pueden ser una etapa de vulnerabilidad para la madre, que puede experimentar gran variedad de emociones, no todas ellas positivas. Como mencionan Ma. Asunción Lara , Pamela Patiño, Laura Navarrete y Lourdes Nieto de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, “La construcción de la maternidad como un estado idealizado de felicidad y satisfacción ha dificultado el reconocimiento de la depresión perinatal y la aceptación del hecho de que muchas madres experimentan sentimientos contrarios al goce y alegría esperados”.

Por este sesgo, desafortunadamente, aún no hay mucho consenso o evidencia científica acerca del tema y apenas se está llevando a cabo su estudio a profundidad.

De acuerdo con esto, te presentamos algunos mitos sobre la depresión posparto:

Creer que no puedes sufrir depresión durante el embarazo (depresión perinatal).

F A L S O.

Realidad: Presentar síntomas como la falta de apetito, insomnio, sentimiento de no ser útil, irritación, ansiedad, irritabilidad durante el periodo de gestación, pueden ser señales de que estás sufriendo de ella en una etapa temprana.

La depresión posparto solo es para mujeres débiles que no están listas para ser madres.

F A L S O.

Realidad: Es común que tengamos miedo, ansiedad e inseguridades respecto al embarazo o a
la responsabilidad y cuidado de tu hija o hijo una vez que haya nacido.

Si una mujer no sufre depresión posparto en las primeras semanas de nacido su bebé, ya nunca la va a sufrir.

F A L S O.

Realidad: La depresión posparto puede presentarse en cualquier momento durante el primer año después de parir.

La depresión posparto se quita sola.

F A L S O.

Realidad: Es importante tener un acompañamiento psicoterapéutico, y si es necesario (en depresiones severas) complementar con administración de antidepresivos.

La toma de antidepresivos durante la lactancia perjudica la salud del bebé y de la madre.

F A L S O.

Realidad: Se ha comprobado que la concentración del medicamento en la leche materna es mínima, por lo tanto, la mayoría de los antidepresivos no están contraindicados durante la lactancia.

Tomar suplementos alimenticios durante la gestación te hace menos propensa a padecer depresión posparto.

F A L S O.

Realidad: A menos que tu médica te indique que tienes alguna deficiencia nutricional y te los recomienda, no tiene alguna relación con la DPP.

La depresión posparto sólo aparece después del primer embarazo.

F A L S O.

Realidad: La depresión puede presentarse después de cualquier embarazo, sin embargo, es más común que se dé cuando la mujer es primeriza.

Es evidente que tenemos mucha presión por los roles esperados que hay que cumplir como mujeres, ser mujer no es sinónimo de ser madre. Llevar un embarazo y criar a otro ser humano es un trabajo complicado, el cual no debe ser infravalorado. Por lo tanto, tener emociones negativas se puede deber a la carga social y cultural que existe hacia nosotras, por el deseo de otros de querer que las mujeres sean madres.

Valeria Rocha

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No estás sola.

Acerca del autor

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Psicóloga apasionada en temas sobre sexualidad y neuropsicología con perspectiva feminista. Busca poner su "granito de arena" promoviendo la salud mental y el bienestar emocional.

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