Psic. Valeria Rocha.
Gracias a diferentes avances en el estudio de la salud mental, actualmente contamos con diferentes modelos, técnicas y herramientas que nos pueden orientar a alcanzar un bienestar psicoemocional. Sin embargo, existen muchas otras “alternativas” que la gente hoy en día considera pertinentes, e incluso, las prioriza sobre una psicoterapia.
¿Qué son las constelaciones familiares?
Es una técnica propuesta por Bert Hellinger, teólogo, pedagogo y psicoanalista alemán, el cual plantea que el origen de nuestro dolor emocional recae en conflictos que llevamos de manera inconsciente de nuestros antepasados, es decir, que tienen sus raíces en los acontecimientos de la historia familiar y que se transfieren de generación en generación si no son trabajados. (García, 2017)
Consiste en reunir a un grupo de personas, en el que por turnos, van exponiendo alguna situación familiar que les gustaría resolver, mientras que los y las demás miembros del grupo participan de manera activa y teatral el problema en particular, recreando dicha experiencia con la guía del “terapeuta”. De esta manera, salen otras situaciones a la luz y se “resuelven” otras.
Aunque las formaciones para poder constelar surgieron en Alemania, México también cuenta con certificaciones para realizarlas, como el Instituto de Psicoterapia Transgeneracional, donde nos explican que el objetivo de este es el siguiente: “Liberar a las personas de sus implicaciones sistémicas y lealtades inconscientes que las atan a la repetición de patrones de conducta de sus ancestros, encontradas en su árbol genealógico; y así construir y re-construir un camino para la resolución de conflictos restableciendo los órdenes correctos en los vínculos familiares, de pareja, organizacionales y educativos para lograr relaciones altamente satisfactorias en los sistemas humanos y que el amor florezca en ellos”.
¿Quién puede constelar?
De acuerdo con Hellinger Schule (escuela fundada por Sophie Hellinger) y el Instituto de Psicoterapia Transgeneracional, cualquier persona con carrera profesional puede acceder a las certificaciones, y por ende, realizar constelaciones en cualquier ámbito (educativo, organizacional y en espacios de “psicoterapia” individual o grupal), es decir, no es necesaria una licenciatura en psicología ni otras disciplinas afines a esta.
¿Cuál es el peligro?
En un inicio Hellinger define su práctica como una psicoterapia fenomenológica, argumentándola desde ese método filosófico. Esto significa para el facilitador someterse a contextos y conexiones más grandes sin la necesidad de comprenderlos, aceptar sin la intención de comprobar, y enfrentar lo que se presente de la manera en la que es.
Esta descripción implica que las constelaciones familiares no se basan en un modelo teórico, sino que sigue los fenómenos que surgen en la práctica, estos son, los mensajes no verbales del cliente (Franke, 2003. Mencionado en Tapia., et. al. 2021).
Es decir, las constelaciones familiares carecen de metodología científica.
Y aunque desde una perspectiva feminista sabemos que este rigor científico es androcéntrico y misógino, es importante que sí se cuente con sustento y epistemología comprobable, real, y no desde un pensamiento mágico, sobre todo cuando hablamos del bienestar integral de las personas, y en este caso, de las mujeres.
Por otro lado, si revisamos nuevamente los objetivos de las constelaciones familiares, podemos observar que hablan de patrones familiares, los cuales actualmente han sido muy mencionados en redes sociales buscando hacer “conciencia” de ello. Un ejemplo muy claro como mujeres, es que se nos ha hecho culpables de “buscar” y de “atraer” hombres violentos.
De acuerdo con Hellinger, esto sucede porque ha habido violencia con nuestras antepasadas y por esto “buscamos” hombres con ese perfil, sin embargo, en una cultura patriarcal, la probabilidad de encontrarnos con hombres violentos es sumamente alta, entonces ¿es nuestra culpa “relacionarnos” con hombres violentos?
Sucede lo mismo con el abuso sexual. Si alguna vez nuestras ancestras vivieron abuso sexual, el señoro postula que se debe a la misma razón, y como no lo hemos “trabajado”, estamos “destinadas” a vivirlo también; nuevamente, haciéndonos responsables de la violencia que ellos ejercen sobre nosotras.
En cuanto a la profesión, es sumamente grave que cualquier persona, de cualquier carrera, tome un curso o maestría en constelaciones familiares y brinde este tipo de “servicios”, es decir, quien constela, puede ser un hombre que estudió finanzas y con conocimiento nulo sobre relaciones humanas y psicología (y ni se diga de perspectiva feminista).
Además de que el pionero de las CF tampoco tuvo una formación en psicología, el cual vuelve a sus teorías y prácticas una pseudociencia que pone en riesgo la vida e integridad de la población, aún más como mujeres.
Hablando sobre riesgos individuales, es importante mencionar que quienes quedan “satisfechas” o satisfechos con dicho procedimiento, se debe solamente a la sugestión (efecto placebo) del mismo, sin embargo, la probabilidad de verse afectadas por esta pseudoterapia es aún mayor que el alivio que pueda brindarles, ya que esta “mejoría” es momentánea, pues no se trabaja con el problema de raíz.
¿Qué puede suceder?
- Al ser un procedimiento con una carga emocional sumamente alta, y debido a la falta de preparación de la persona que guía la constelación para contener dichas emociones, la clienta/paciente puede sufrir un brote psicótico durante o después de la sesión (incluso sin tener un historial de trastornos afines), ya que, tampoco hubo un trabajo personal previo para un golpe emocional de esa magnitud. (Cuevas, 2023)
- Dada la naturaleza de sus teorías; la “retroalimentación” o “palabras de aliento” del guía, pueden ser revictimizantes para la persona que solicitó la CF, generando culpa en ella.
- Al no tener un contexto claro de la situación que se vaya a tratar en sesión, la dramatización del procedimiento puede generar ansiedad durante y después del mismo, así como, detonar otros posibles trastornos como depresión, hasta mantener o aumentar la gravedad de algún otro con el que la clienta/paciente ya cuente, como un TCA (Trastorno de Conducta Alimentaria), TLP (Trastorno Límite de la Personalidad), TEPT (Trastorno de Estrés Post-Traumático) entre otros; pues no se da seguimiento ni hay una intervención efectiva durante y posterior a la sesión.
- Ante la técnica teatral de la sesión, es posible que la paciente/clienta se sienta expuesta, pues debido a la presión del momento, puede revelar datos que tal vez no estaba preparada para mencionar, generando más dudas e inquietudes (las cuales no van a ser resueltas con este método). Así mismo, al no tener un contrato de confidencialidad antes de la sesión, dicha información puede verse comprometida.
- Debido a los efectos negativos que las CF tienen, es muy probable que las usuarias después de un tiempo busquen psicoterapeutas realmente capacitadas para trabajar con el motivo de consulta y el mal sabor de boca que dejaron las CF, lo que nos lleva a una inversión de tiempo y dinero perdido. Por lo que es mejor recurrir de primera instancia a profesionales de la salud, y no verlo como última opción.
Acerca de Bert Hellinger…
Como se mencionó en el párrafo anterior, el pionero de las constelaciones familiares tuvo una formación únicamente en psicoanálisis (pseudociencia también), así como una fuerte influencia católica, por lo que decidió estudiar teología y convertirse en cura, hecho que lo llevó a Sudáfrica para convertir al catolicismo a los zulúes. (Fasce, 2015). Como buen hombre blanco con pensamiento colonizador.
Además de su estrecha devoción a la religión católica, es importante mencionar el nivel de misoginia y violencia que maneja en sus escritos, como es el caso de ‘El inconsciente colectivo y las constelaciones familiares’ (2009): “en casos de incesto, violación o abusos sexuales, a menos que ese vínculo sea reconocido, y que la separación del mismo contenga respeto y amor, las relaciones posteriores de la persona afectada se verán dificultadas”.
Sin más que añadir, es claro que para el autor no es importante el bienestar de la víctima, sino al contrario, debe reconocer a su agresor. En cuanto al incesto (que más bien sería abuso sexual o violación dentro del sistema familiar), describe que surge debido a “un rechazo de la mujer hacia su marido, de la negativa de la esposa a mantener relaciones sexuales con su marido. Como una especie de compensación, la hija viene a ocupar el lugar de la madre”, refiriéndose nuevamente a los “patrones no trabajados”.
Finalmente, las CF están muy de moda en la actualidad. Sin embargo, existen pocas investigaciones que garanticen la efectividad de este, lo que pone en peligro a las personas que recurren a ellas, pues se ha aceptado la idea de los patrones familiares y de sanar el linaje familiar.
En su mayoría, esta responsabilidad se nos ha atribuido a nosotras, el de ser violentadas, de lo que sanamos y lo que no, de cuidados y protección, en este caso, de futuras generaciones. No es nuestra culpa convivir con agresores y mucho menos, que formen parte de nuestra familia.
Es importante indagar en estas “nuevas terapias” y en las personas que las imparten, pues también existen psicoterapeutas, psicólogos y psicólogas que brindan estos servicios, lo cual nos habla de la poca ética con la que llevan a cabo su profesión, dándole una mala reputación a la psicología en general.
Por lo mismo, es fundamental que si buscamos salvaguardar nuestro bienestar psicoemocional y espiritual, acudamos con profesionales completamente capacitadas, con un piso político firme y que lleven una práctica ética, sobre todo con perspectiva feminista.
Referencias
Cuevas, J.M. (2023). Constelando inhumanidad: cuando la psicoterapia provoca
destrucción. Repositorio Institucional de la Universidad de Málaga. Recuperado de
https://riuma.uma.es/xmlui/handle/10630/26069
Fasce, A. (01 de noviembre de 2015). Constelaciones familiares: lo que no se cuenta. La
venganza de Hipatia. Recuperado de
García, S. (06 de febrero de 2017). Constelaciones familiares, un peligroso método
pseudocientífico. Psyciencia. Recuperado de
https://www.psyciencia.com/constelaciones-familiares-un-peligroso-metodo-pseudocientifico/
Hellinger, B. (2009). El inconsciente colectivo y las Constelaciones Familiares. CIC.
Cuadernos de Información y Comunicación, vol. 14, 2009, pp. 83-88 Universidad
Complutense de Madrid Madrid, España. Recuperado de
https://www.redalyc.org/pdf/935/93512977006.pdf
Hellinger Schule. (2020). Formación y ciclo de perfeccionamiento directamente en la fuente.
Hellinger Schule. Recuperado de
https://www.hellinger.com/fileadmin/PDF-Files/hellingerAusbildung_es.pdf
Instituto de Psicoterapia Transgeneracional. (2009). Maestría en Desarrollo
Transgeneracional Sistémico y Constelaciones Familiares. Instituto de Psicoterapia
Transgeneracional. Recuperado de
https://instituto-transgeneracional.edu.mx/maestria#perfil-ingreso
Tapia, C. J. R. ., Guzmán, Álvaro F. A. ., Trelles, X. F. R. ., Martínez, B. A. E. ., Fernández,
W. J. P. ., Salinas, F. A. C. ., & Suarez, P. C. M. . (2021). Constelaciones Familiares:
¿Psicoterapia o pseudoterapia? Revisión de la literatura desde la filosofía de la ciencia:
Family Constellations: Psychotherapy or pseudotherapy? Literature review from the
philosophy of science. South Florida Journal of Development, 2(2), 3429–3445. Recuperado
de https://ojs.southfloridapublishing.com/ojs/index.php/jdev/article/view/463/430
Acerca del autor
Valeria Rocha
Psicóloga apasionada en temas sobre sexualidad y neuropsicología con perspectiva feminista. Busca poner su "granito de arena" promoviendo la salud mental y el bienestar emocional.