A partir de la definición de aborto como “la interrupción de un embarazo tras la implantación del huevo fecundado en el endometrio antes de que el feto haya alcanzado viabilidad, es decir, antes de que sea capaz de sobrevivir y mantener una vida extrauterina independiente” (OMS 1994), se han desarrollado diversas categorías: aborto libre, eugenésico, terapéutico, ético, mixto y por razones socioeconómicas, las que han sido consignadas en la normativa internacional.

En cuanto al tema, existe muchísima controversia sobre todo a causa de la desinformación no solo en cuanto al proceso, sino en cuanto a la idea de la vida misma científicamente hablando. Si bien en América Latina vivimos un ambiente conservador y religioso, la misoginia es una de las principales razones por las cuales las mujeres nos encontramos con diversos obstáculos para conocer acerca de nuestros cuerpos, salud e incluso anatomía.

En este contexto, no es ninguna sorpresa saber que, durante décadas, la salud de las mujeres se ha guiado a través de mitos y supuestos; mismos que han puesto en riesgo la vida de miles de ellas, así como sometido a embarazos forzados tanto de niñas como de adolescentes.

De acuerdo con datos del Observatorio de Muerte Materna (OMM), el aborto inseguro es la cuarta causa de muerte materna en México. Además, entre 1990 y 2016 se registraron 32 mil 284 muertes maternas, de las cuales 2 mil 418 estuvieron relacionadas con abortos. 305 fallecimientos fueron de niñas y adolescentes de entre 10 y 18 años, de las cuales el 70% había sido víctima de violación, según cifras del OMM.

En contraste, desde que el aborto se legalizó en la Ciudad de México, de abril de 2007 a diciembre de 2018, la Secretaría de Salud local reporta que 205 mil 580 mujeres han accedido al servicio en las clínicas públicas y la tasa de mortalidad se ha reducido a cero.

La lucha por el derecho a decidir en América Latina ha trascendido por más de 70 años en la búsqueda de un aborto legal, seguro, libre y gratuito. Frente a la situación real que enfrentamos las mujeres, parece un enigma que el Estado siga sin garantizar los derechos sexuales y reproductivos a causa de ideologías conservadoras, así como pensamientos personales moralistas y religiosos.

Las mujeres nunca han dejado, ni dejarán de abortar.

La realidad de las mujeres que han tenido un aborto nunca ha sido fácil bajo ninguna circunstancia. El estigma, la revictimización y la misoginia tienen un gran peso en aquellas que desean decidir sobre su cuerpo.

En los años 70 eran muy comunes las clínicas clandestinas que practicaban abortos instrumentados con legra. La situación a la que eran (y siguen siendo) orilladas estas mujeres era tan caótica que muchas de ellas morían a causa de hemorragias, quedaban estériles (síndrome de Asherman) o las que no contaban con los recursos económicos se sometían a abortos inducidos con herbolaria, provocándoles también hemorragias que les llegaban a costar la vida.

Con el paso del tiempo, la ciencia avanzó a pasos agigantados, sin embargo, el machismo siguió siendo el mismo. En cuanto al aborto hasta las 13sdg, los medicamentos se hicieron protagonistas del proceso, siendo más eficientes y sobre todo cuidando la salud de las mujeres.

Ilustración: Balancemx.org

Las mujeres nunca han dejado de abortar. De acuerdo con el Instituto Guttmacher, organización sin ánimo de lucro del campo de la salud reproductiva con sede en Estados Unidos, la tasa de abortos es de 37 por 1.000 personas en los países que prohíben el aborto totalmente o lo permiten sólo en caso de riesgo para la vida de la mujer y de 34 por 1.000 personas en los que lo permiten en general, diferencia que no es significativa estadísticamente.

Cuando lo practica o acompaña una o un profesional de la salud capacitada/o y con las debidas condiciones de salubridad, el aborto es uno de los procedimientos médicos que menos riesgos entraña, menos aún que el parto.

“Pero cuando los gobiernos restringen el acceso al aborto, las personas se ven obligadas a recurrir a abortos clandestinos y con riesgo, en especial si no tienen medios para pagarse un viaje a otro país o atención privada” Amnistía Internacional.

Es de esta manera que gracias a las luchas sociales y la tecnología, en la actualidad nos encontramos con diversas plataformas dirigidas por profesionales de la salud en busca de la difusión de la educación sexual y reproductiva, así como el acompañamiento en procesos de aborto.

Women First Digital: Una plataforma de eHealth que ofrece soluciones de salud reproductiva

Es un emprendimiento social de eHealth que hace uso del poder de esta revolución digital para llegar a las mujeres directamente en sus dispositivos móviles. Al aprovechar la tecnología digital, WFD hace que la salud sexual y reproductiva sea más accesible y equitativa de manera universal, con información práctica y fácil de entender -incluso para el autocuidado-.

Hasta la fecha, su sitio cuenta con más de 13 millones de sesiones con usuarios de más de 180 países, y han alcanzado más de 55 millones de usuarios en las redes sociales.

Cómo Abortar Con Pastillas

Cómo Abortar con Pastillas ofrece instrucciones sencillas y escalonadas en 27 idiomas para el manejo seguro del aborto con píldoras, la guía de esta plataforma para abortos autogestionados está disponible para embarazos de hasta 13 semanas, delineada por etapa del proceso de aborto (antes, durante y después). Además, brinda apoyo a las mujeres que buscan realizar un aborto con medicamentos ya sea con mifepristona y misoprostol, o sólo con misoprostol.

También ofrece 42 perfiles de países que especifican en cada caso los parámetros legales para el acceso al aborto, los tipos de aborto disponibles en ese país, marcas y costos de las píldoras (con imágenes), los proveedores que pueden realizar abortos y los recursos locales como las líneas directas o clínicas.

Y por si fuera poco; a principios del 2020, Cómo Abortar con Pastillas presentó en su sitio web el primer asistente virtual de aborto, acertadamente llamado “Ally”. Este chatbot en inglés proporciona información personalizada e indicaciones automáticas para las mujeres, ya sea que busquen información general sobre el aborto con medicamentos o apoyo específico en un país. Ally ya ha tenido más de 25,000 conversaciones con usuarias, a menudo brindando recursos locales de aborto, como qué marca de píldoras solicitar a un proveedor en el país.

Ayuda Para Abortar

Es pionera en ofrecer apoyo de consejería en tiempo real a mujeres a través de un chat en vivo y correo electrónico. Respaldada por un equipo de expertos con formación médica (predominantemente mujeres), las consejeras de Ayuda Para Abortar brindan apoyo gratuito y multilingüe para un aborto seguro y confidencial.

Ofrece orientación sobre el aborto con píldoras, marcas de píldoras populares en cada país, explicaciones para los abortos por Aspiración Manual Endouterina, testimonios de mujeres que han tenido un aborto con el apoyo de Ayuda Para Abortar y una gran cantidad de preguntas frecuentes sobre el aborto. Todo esto está disponible para las mujeres en siete idiomas (se planea incorporar más).

Find My Method

Ofrece información sobre métodos anticonceptivos de forma completa, multilingüe y sin tecnicismos para ayudar a las mujeres a responder preguntas e inquietudes comunes que pudiesen impedir el uso continuo de anticonceptivos. FindMyMethod, se encuentra disponible en siete idiomas, con filtros y herramientas de comparación para diferentes métodos anticonceptivos.

Lo increíble de esta plataforma, es que cuenta con una gran cantidad de ideas y consejos dentro de sus foros interactivos, donde todas las mujeres pueden participar y apoyar a otras mujeres para encontrar el método anticonceptivo que mejor se adapte a sus necesidades. Se pueden crear salas de chat en varios idiomas, centradas en anticonceptivos, métodos y países. Esta plataforma independiente sirve como una comunidad en línea para el intercambio de experiencias, referencias y consejos sobre cualquier método anticonceptivo.

La ilegalidad del aborto no solo atenta contra la vida de las mujeres, sino también contra la dignidad e integridad de las mismas. Es esencial tener la autonomía sobre nuestras propias cuerpas sin necesidad de ser señaladas y/o criminalizadas.

Abigail Bolaños.