Mariana Ibarzábal.

Todas las relaciones tienen sus buenos y malos momentos, lo importante será poner en una balanza esos momentos y reflexionar sobre cuáles pesan más y si son sanos. Es importante NO confundir el amor con la codependencia, miedo a la soledad, ya que estos son algunos impedimentos para tener una visión objetiva de tu relación.

¿Cómo sé si mi relación de pareja es sana?

Primero, tenemos que destruir toda la idea de amor romántico, puesto que este nos mete a la cabeza la idea de que ciertas actitudes violentas son por “amor”. Algunas características principales del amor romántico son las siguientes (Bosch, E. 2007, como se citó en Marroquí, 2014):

  • Vivir experiencias muy intensas de felicidad o de sufrimiento.
  • Depender de la otra persona y adaptarse a ella, postergando lo propio.
  • Perdonar y justificar todo en nombre del amor.
  • Estar todo el tiempo con la otra persona.
  • Pensar que es imposible volver a amar con esa intensidad.
  • Desesperar ante la sola idea de que la persona amada se vaya.
  • Prestar atención y vigilar cualquier señal de altibajos en el interés o el amor de la otra persona.
  • Idealizar a la otra persona no aceptando que pueda tener algún defecto.
  • Sentir que cualquier sacrificio es positivo si se hace por amor a la otra persona.
  • Hacer todo junto a la otra persona, compartirlo todo, tener los mismos gustos y apetencias.

Es sumamente normal que tengamos interiorizado estás conductas, ya que durante mucho tiempo se ha normalizado, pero tenemos que romper con ellas, ya que le dan un lugar al machismo y aumenta a violencia a las mujeres.

La psicóloga Anna (2021) menciona que este malestar es innecesario y no ocurre cuando una relación es sana. Una relación de pareja debe ser, ante todo, elegida libremente y debe estar sustentada en el respeto y la confianza. Si en una relación sientes malestar no es una relación sana.

Preguntas que te puedes hacer para saber si es momento de decir adiós.

  1. ¿Qué gano o pierdo si me quedo o termino está relación?
  2. ¿Me siento respetada, apoyada, libre, valorada y en paz?
  3. ¿Hay manera de salvar esta relación?
  4. ¿Omito decirle cómo me siento por miedo a reclamos?
  5. ¿Hay algo que NO puedo aceptar a mi pareja?
  6. ¿Me ha lastimado física o psicológicamente?
  7. ¿Hay peleas muy frecuentes y por el mismo tema?
  8. ¿Existe una buena comunicación?
  9. ¿Estoy deteniendo mi vida, sueños, metas por la relación?
  10. ¿Hay algo que me avergüence de mi pareja?
  11. ¿Siento que mi pareja se avergüenza de mi?
  12. ¿Solo me busca para momentos de intimidad?
  13. ¿Me siento presionada para tener momentos íntimos?
  14. ¿Mi círculo cercano me ha dicho que no me conviene la relación?
  15. ¿Hay más momentos malos que buenos?

Terminar una relación puede que no sea fácil, ya que es una decisión compleja en la que entran muchos factores (familiares, económicos, sociales, etc.), reflexiona si realmente quieres seguir ahí. Si después de reflexionar te das cuenta que ya vas a dejar ir la relación, trata de hacerlo de la mejor forma posible, comunica de una manera asertiva y empática.

También recuerda que el simple hecho de ya no querer estar en una relación es una razón suficiente para terminar. Ninguna relación debería de ser obligatoria, mereces vivir en paz.